martes, 8 de marzo de 2011

Lluvia que incita al pecado



Hoy no llueve sobre mojado.

Pero levanto la vista al cielo,
y descubro húmedos mis párpados.
Iluminación súbita que atraviesa
mi mente, y siempre termina en charco...

Salir a la calle resulta de locos,
paraguas en mano voy bailando.
La sonrisa es perpetua, casi invisible,
luchar es propio de mi abecedario.

Y resulta paradójico escribir así:
completamente a oscuras sigo tecleando.
Que la luz sin avisar ha hecho huelga;
nos ha dejado con la palabra en los labios.

A mí que no me quiten la voz ni la poesía,
que es mi forma de vida a diario.
En verso lo digo todo y no digo nada,
Pienso en ese sueño que me has robado.

Luego voy y me acuerdo de la luna,
pedacito de luz hermoso y extraño:
ayer tenía forma de uña o de sonrisa.
Hoy ya nada me parece tan raro.

La vida tiene tintes de caos y armonía:
vivir resulta un desafío inesperado.

No,hoy tampoco llueve sobre mojado…

2 comentarios:

  1. Vaya Gema, este me ha gustado más que los otros. Encuentras un buen correlato a tu emoción en el paisaje otoñal. Me gusta leerlo porque me has reconciliado con el día de hoy, y le has dicho al invierno antes de que se vaya que "entre tus manos frías, el mundo llamea".
    Un beso!

    ResponderEliminar