viernes, 29 de junio de 2012

La gema perfecta

A la auténtica Gema Palacios, mi madre
Dices que eres débil porque tus huesos
son de una fragilidad extrema,
y que tus manos se deshilachan
como botones a punto de quebrarse por dentro.
Y es cierto, ya no eres la chica de la melena,
y de los pantalones cortos y del bikini rosa.
Ya no eres esa porque eres esta de aquí:
la que me mira, se sonríe y adivina lo que pienso,
la que se enfada si hago las cosas mal
o si las dejo a medias o se me olvidan, pero
lo que no se me olvida es que hace veinte años
que lo sacrificaste todo por mí
para convertirte en una artista
que cultiva a sus hijas con el mismo amor
con el que toma un pincel entre los dedos,
y retrata el paisaje de sus días,
de sus noches, y de los aguaceros
que le quedan todavía por vivir.

Después de veinte años me separo de ti
y estaremos muy lejos, y te escribiré
largos poemas con perfume a nostalgia.
Y te juro que volveré siendo la misma,
pero más como tú: más valiente, más sabia
     más hermosa...

Aunque nunca vaya a tener unas piernas tan largas,
y unos huesos tan firmes como los tuyos, mamá.

jueves, 28 de junio de 2012

Deconstrucción del amante por piezas

I

Y tus nalgas irrumpen
y son una sorpresa,
como la luz que se cuela
a través de las persianas
y, sin más, nos despierta.

II

Y tu lengua es misterio
en su gruta perpetua,
criatura salvaje
serpiente luminosa
madrina de las fieras.

III

Y tus pezones pequeños
que lloriquean
parecen niños
al borde de la cuna 
si los rozan mis yemas.

IV

Y el corazón debajo
del vello
cuya belleza supera
 los sonidos audibles:
tambor que no cesa.

V

Y tus palabras aladas
emprenden el vuelo
y viajan
a través de los sueños
y parajes del alma.








martes, 26 de junio de 2012

Testamento inacabado

Y qué si se trata de mi propio infierno y qué si me disfrazo si me pierdo si me dejo mecer por otros brazos por otros hombres por otras sábanas manchadas
Ya nada y todo siempre nada en el mar pantanoso de mis ojos enloquecidos a punto de hundirse en el fondo oscurísimo de este túnel sin paredes ni luz ni suelo ni compañía
Me sobran dedos en las manos para contar los instantes de gloria y tendría que amputármelos todos si quisiera olvidar las horas de pañuelos de papel almohada húmeda y rojeces diversas en sitios específicos
Tanto libro y tanta libreta y tantos tantos bolis sin tinta encima de la mesa y entre los pliegues de mi cuerpo envenándome reescribiéndome resucitándome apenas
Para morir no hace falta morir de una enfermedad o de un atropello basta con fingir que te mantienes vivo mientras tus vísceras envejecen día tras día noche tras noche
En la tumba ya no me quedará voz para decir estas cosas o seguramente sí tenga voz pero no palabras porque las palabras caducan como los calendarios o los yogures o las tarjetas de la seguridad social
Con la que está cayendo con la de miles de personas que no tienen trabajo con la de malestar social que reina en todas partes cómo no desbordarse cómo no desmoronarse cómo no desesperarse ante lo insulsa que puede ser una vida sin gente que te apoye que te limpie los lagrimones y que te quiera cerca
Aunque al día siguiente cojas un avión y te marches lejos lejos donde nadie pueda rescatarte
Hoy ni siquiera tengo a Pizarnik y me lloran las uñas de los pies




sábado, 23 de junio de 2012

Mujeres diminutas

A Marina y Lucía,
ardillas saltarinas
sobre la hierba mojada.
Dos niñas son
risas multiplicadas besándose
sobre la hierba ante mis ojos abiertos.
Se tocan y se ríen y se hacen cosquillas
juegan a deslizar la mano por la espalda
gemela en una postura indescifrable
               y artística   -muy lenta-.
Se huelen el alcohol en la boca y en las
pupilas dilatadas con rastros de dinamita.
Se saben tan niñas tan rubias tan dulces
que lo de sus abrazos es fraterno y tímido
como si de dos hermanas se tratase.
Ya no sé quién le robó a quién la inocencia
la sabiduría el miedo a fracasar
el miedo a proclamar a voz en grito
su amor puro como el intestino verde
de una flor atravesada
por una cerilla.
Ruedan a mi lado otros cuerpos suenan
en mi oído otras voces
-otros, otras, muchas, muy distintas-
                pero ninguna así:
con esa sencillez tan exquisita
envuelta en un vaivén de anocheceres
ante mis ojos satisfechos
contemplando el milagro que sois
vosotras niñas doradas
                    niñas adultas
ebrias de ese cóctel prohibido
al que yo llamo libertad.




sábado, 16 de junio de 2012

La reinvención del deseo

Y desnudos al amanecer nos encontró la luna
(J. Sabina)

A flor de piel mis manos en flor
     los dedos rozando las páginas de tu vientre
tibio       cálido      sudado   
    frágil en su impureza natural
          siempre tan
   -así...-
               siempre tan
    -ya sabes...-
          placentero y lleno de extremidades
  "ebrio de trementina y besos turbios"
               -dijo Neruda
 y que ahora repito en mis delirios
     hasta abrazar la locura
           Duermen mis párpados y el espasmo
    es limpio
atraviesa y sabe a más y mejor
                       y me dan ganas de reír
 como una niña en un columpio a punto
             de rozar el cielo
 -las piernas temblorosas
       y los dedos
  pisando las estrellas-
Si me lo preguntas te diré que
             siento dentro un deseo reinventado
  reinventado por nuestros yoes volviendo
           de la ciudad del dolor
    cruzando sus calles con ojos estruendo
          ojos al desnudo ojos  
muy abiertos                          dilatados
                         expansivos
 aniquiladores                       suculentos

Sonríes     
me miras leer

   Entonces yo tiemblo
            como una hoja
a punto de caer del árbol
            como la hoja de un libro asustado
                 en manos de un lector exigente
             como una hoja excitada
 ante la perspectiva de un nuevo viaje
          a bordo de otra piel


  


miércoles, 13 de junio de 2012

Entre dientes


Grande.
      La boca que abarca mi boca es grande
          como ancho es el océano
           Atlántico                desde las costas tuyas
                      a las orillas mías
 Te acercas y el abismo crece de pronto
   como si fuera a engullirme
        con la voracidad milimétrica
con que devoras un plato de spaguetti
   Morderse los labios y morderlos
         para no gritar de fuera a dentro
   para controlar la sonrisa nerviosa
        los dientes a punto de rasgarse las
     ¿vestiduras?
 premolares incisivos y colmillos
           partiéndose la cara en el ring

           -Ay dios-
  cómo escuecen a veces las distancias
          el no saber qué es eso que me ofreces
  con tanta tantísima insistencia
              Dejarse llevar es suave y lento
      -el ritmo de las lenguas tiene una sinfonía
                      insoportable
suculenta                            caducifolia-:
        lloran las teclas al ser pulsadas
 las cuerdas tensas languidecen
         porque no existe
acorde no existe nota no existe clave
            capaz de reproducirnos
                              en un pentagrama
Tu boca me llama
                             tu boca me invoca
         no pienso atraparla

   Voy a digerirla y degustar sus placeres


    

lunes, 11 de junio de 2012

Alma flotante


Ha brotado de mi pecho un gemido
  como si una criatura me habitase
     cotidianamente,
oculta entre los recovecos
         que dejan
  órganos, fluidos diversos y memoria.
(...)
            ¿Qué contiene la memoria?

Yo sé que la memoria está diluída en sangre
           porque la memoria está diluída
                     porque la memoria está
            ahí
aunque no la recuerde siempre
   y tengan que recordármelo las lágrimas
     después de besos peregrinos
en labios de nadie.
....
  No obstante:
   gime, gime, gime y gema
-no yo, ni vosotras
       ni nosotras
        sino Ella-
gime gigantes gemidos desde el fondo
  del mar de fondo de sus ojos tristísimos
                     y fugitivos
                             o navegantes incluso
            a punto de retomar la Odisea.
Las nubes giran            las olas braman
      los gemidos son gotas de nubes en el agua
las gemas son joyas de un tesoro oculto
  en el corazón de un barco
         en el corazón de un baúl
            en el corazón de un corazón
                   lleno de algas      lleno de peces,
                                 lleno de sangre azul
              y mi memoria:
                                
                                      diluída.
            
  

lunes, 4 de junio de 2012

Lo interrumpido

Por eso tus ojos,
para quedarme. Para
seguir aquí. Para aguardar
aquí. ¿Aguardar qué? No importa.
Para aguardar.
(Chantal Maillard)
Reencontrar.
                      Con él
      volver a encontrar lo inesperado:
la sonrisa inmanente
    lo bello, lo impalpable, lo siempre firme,
        el hambre del intelecto en la pasta dura
 de las gafas y de los hombros nervudos
               resistentes como varias generaciones
de poetas. Lo veo desde lejos como quien
          se sorprende con los fuegos artificiales
  y escuecen las pupilas de tanta claridad
      comprida en un solo centro.
Así eres ahora, así fuiste en tus múltiples versiones
  repetidas una y otra vez hasta el delirio
            en veranos e inviernos congelados
en primaveras y otoños de mentira.
       No fue una película sino un tráiler
          de una película que promete muy pronto
  una segunda parte llena de personajes
        de intrigas y recuerdos escritos con pluma
      con esa letra tuya que parece ficticia
             con esos ojos abiertos que parecen
       que son y que están espectantes
 como queriendo decir:
    "aquello nunca fue una despedida;
             aún nos queda lo mejor".


      

       
          

domingo, 3 de junio de 2012

No creer

Quién me dijo a mí que pudiese doler
       tanto tiempo y tan agudo
el mismo resurgir de los tambores
la misma laxitud de los ensueños
     el testamento inacabado
        o los agujeros mal cosidos
del peluche amoroso
                           -perro viejo-.
Mis ojos han enfermado otra vez
   reducidos a sal y pimienta
Tengo una cosa aquí bajo el pecho
        que no funciona bien
            que está averiado
que no late como de costumbre y no sé
cómo reactivar sus impulsos de nuevo
Hay una lengua culebreando en mi garganta
  y no soporto los reptiles   no soporto las escamas
me está quemando su sangre y sólo quiero
            dormir de tirón sin preguntarme
     por nada.
Esta ponzoña es tan sutil que no me pertenece
   este aliento que apesta es más mío que nunca
       y me quiero vomitar a mí misma
           una arcada tras otra hasta retornar
              a la voz dulce de los dieciséis años
 cuando me pesaba el desamor como una losa
                                           mal encajada
                                           y lúgubre
                                        

-pero sincera
con todo-.

Estuve a punto de creer en el amor
 qué tonta.

En zelo

Se han ido desvistiendo misteriosas
    las horas de la tarde
mientras tú me
  -embestías-
         y yo me
               -resistía-
a las miradas de inca furioso
  a punto de iniciar el combate
desde detrás del periódico.
    Habías empezado a excitarte
        con los anuncios de contactos
y erecto el pensamiento deambulaba
   de mis piernas      entreabiertas
        a mis ojos        entrecerrados pero atentos
 Fue inyectar mis pupilas en las tuyas
   pasarme la lengua por los labios
            y jadear un poquito
para tenerte casi encima con
        las piernas flexionadas
   -como si yo fuese un trampolín
en una piscina olímpica
   hecha a la medida de tus largos.. .-
Tomaste aire antes de saltar al vacío
      y mi humedad te recibió con
               ondulantes caricias
de textura viscosa
            Ya tu mano   juguetona
   en este tobogán      resbaladizo
            Ya tus dedos  columpiándose
entre   los
     desniveles       de mi
                    cuerpo
    recorriendo blandamente la ba
                                                   ja
                                                     da
   que modela mi vientre  y  mi       cintura
            deshaciendo tu calor en una caricia
 -larga-
    que se hunde en mis       gemidos
            Otórgame     tu     boca
     (y su eco de pueblos milenarios)
             Profana  con tu lengua
   el sabor tropical
 las cataratas del Iguazú
             Roza el Machu Pichu
             Y móntame
                  dómame
                     atraviésame
         con tu lanza poderosa
 despacio al principio
     y luego en bravos embates
    Deja las marcas de tus uñas en mi espalda
             y
Lentamente                   córrete dentro
Envuelto en un éxtaxis
Oscuro
            y retira tus dientes de mi cuello.