es la hora. entro a la noche en picado.
salgo del sueño y entro al taxi, a la noche. las puertas están abiertas.
dialogamos en murmullo onírico. hace unas horas no era hoy, no todavía. uf.
la alarma ha sonado tantas veces tan insistentemente que he decidido no escucharla.
traspasar la puerta de cristal para entrar en el blanco nocturno de luces de bingo y rostros sin nombre. y mi nombre, dónde mi nombre, qué hiciste de él mientras me desnudabas.
tú ahí quietecito. descansa, no temas por mí, sé caerme sola aunque luego no me levante. y el frío está pero no entre nosotros y las almohadas del delito.
me hago silencio y se quiebra un lente sólida. te estoy recordando muy líquidamente. mi cuerpo entrando en la noche entrando en un taxi mientras tus sueños blandos de pan bimbo.
se ha evaporado la camisa aquella y debo haberme dormido con un guante. los calcetines son absolutamente necesarios para mantenerse despierta. y el gen recesivo de los ojos azules. qué grandes son y los beso y los como. qué bien. qué hambre.
el automóvil ha entreabierto los ojos. veo tu pecho reflejado en la luna, las perversidades de Miller.
cerveza y chocolate. nata y cereza. queso el ventero. vidas sinestésicas en la cama doble de un hotel.
una ciudad que no es la que está detrás de la ventana pero podría serlo. una ciudad que es una línea de principio a fin. sombras chinescas. no enciendas la luz por si acaso.
una voz neutra de recepcionista cansado: señorita, ha llegado su taxi.
pero si yo no lo quería.
mis ojos cerrados se deslizan hacia el sueño, por entre el sueño. tiempo, no pasas por este rincón del mundo. te quiero. no tengo miedo de la noche. no tengo miedo de cometer el amor.
hagamos el crimen. otra vez.
sábado, 30 de noviembre de 2013
jueves, 28 de noviembre de 2013
pineto de la siesta y otros delirios
me miras o de pronto
escucho tu temblor carnal orquesta
despierto de la siesta
y pienso en terremoto
volcán rugir feroz en brusco afán
me vienes y te sé pupila y fiesta
no sé si puedo hablar
los labios de metal llenos de ruido
recuerdo de un silbido
columna vertebral
mi sueño se dibuja en un instante
y beso tus pisadas con su frío.
escucho tu temblor carnal orquesta
despierto de la siesta
y pienso en terremoto
volcán rugir feroz en brusco afán
me vienes y te sé pupila y fiesta
no sé si puedo hablar
los labios de metal llenos de ruido
recuerdo de un silbido
columna vertebral
mi sueño se dibuja en un instante
y beso tus pisadas con su frío.
lunes, 25 de noviembre de 2013
Cosas que pasan cuando no me quedo callada
Una noche cualquiera me llegó un mail de un tipo que decía llamarse Munir, y que estaba interesado en hacerme una entrevista muy bestia. Acepté sin dudarlo. Sabía que él no era él y que las preguntas a las que me iba a someter no serían moco de pavo. Por supuesto, me lo tomé en serio. La literatura es una cosa muy seria salvo cuando se hace de broma. Y bueno, aquí está el resultado. No sé si habrá algún psicólogo en la sala, pero si es así, por favor, no tenga en cuenta mi descripción de las imágenes. Como hizo notar una vez un afamado crítico sobre mí: soy miope, y el número de dioptrías parece que es importante.
Sin más dilación, os dejo la entrevista: http://loslectoresbarbaros.blogspot.com.es/2013/11/e-ntrebitst-3-gema-palacios.html.
Si os quedan tripas para seguir leyendo, echadle un ojo al resto de entrevistas que ha realizado este hombre. Puro y duro realismo visceral: http://loslectoresbarbaros.blogspot.com.es/
Sin más dilación, os dejo la entrevista: http://loslectoresbarbaros.blogspot.com.es/2013/11/e-ntrebitst-3-gema-palacios.html.
Si os quedan tripas para seguir leyendo, echadle un ojo al resto de entrevistas que ha realizado este hombre. Puro y duro realismo visceral: http://loslectoresbarbaros.blogspot.com.es/
lunes, 18 de noviembre de 2013
el arte del ceceo
A mi alegre Ce Ce,
mujer alucinante y verdadera
rizada y absoluta entre la gente
te acercas a mi vida y la levantas
tu risa con su acento repentino
me abraza y se abraza y desde aquí
se ve la tierra inmensa tierra tuya
desgranada, me asomo a su misterio:
envidio tu energía o el calor
de tus palmas abiertas y sencillas
hemos cambiado de patria, vos y yo
así mudar la piel lamer
la forma limpia de mirar al frente
compartimos raíces, Celia
hijas sí de un mismo árbol que crece
en los campos eternos de la pampa
en la sierra canosa granadina
o en las calles de rimas madrileñas
aquí te dejo el corazón caliente
y me vuelvo a marchar con los sabores
que intuyo en un verso del futuro
capaz de reencontrarnos
y salvarnos.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
experiencias pseudomísticas o una otitis monumental
estoy oyéndome por dentro
resuenan tan rotundos los rasguños
me inundo de mi risa y este espacio
es mío poco a poco labio a diente
carraspeo
tiemblo a través de
ya el nervio me apuñala y sigo viva
pasos contundentes van trazando
mis huellas cada tanto más hermanas
confunden mi pasillo con tu aliento
me caen tus ojos látigo
frontales súbitos perfectos
no escucho nada no oigo nada
recibo tu beso como quien sacia
los cuatro sentidos que le quedan
descorro las pestañas lentamente
cien gritos como alondras
resbalan de tus manos y me elevo
estoy oyéndonos por dentro:
qué placer
resuenan tan rotundos los rasguños
me inundo de mi risa y este espacio
es mío poco a poco labio a diente
carraspeo
tiemblo a través de
ya el nervio me apuñala y sigo viva
pasos contundentes van trazando
mis huellas cada tanto más hermanas
confunden mi pasillo con tu aliento
me caen tus ojos látigo
frontales súbitos perfectos
no escucho nada no oigo nada
recibo tu beso como quien sacia
los cuatro sentidos que le quedan
descorro las pestañas lentamente
cien gritos como alondras
resbalan de tus manos y me elevo
estoy oyéndonos por dentro:
qué placer
sábado, 9 de noviembre de 2013
placer oblicuo
profesionales del crimen tantas veces
huíamos a gritos por las tuberías del verbo
azotar no es la palabra
entonces la oquedad más simple
ojos de noviembre como un gato
con las botas pareces más cruel y obviamente
tus pestañas mi cuello en danza idiota
varias capas por debajo mis temblores
renazco me desquicio agarra el pomo más deprisa
del otro lado risas riachuelos
y una mujer sola
extendida
te veo engullir y me desangro
no hay leyes que me impidan inventarte
trazar extremidades sin demora
olfatear el triunfo por su tacto
no tengo más silencios para darte
mis poros tal vez mi identidad
dueños callados del placer oblicuo
martes, 5 de noviembre de 2013
poema desgarrado
indefensa y redonda
me orquesto en el calor y luego nado
lucho con mis alas gigantes de colibrí ansioso
vibro en esta silla giratoria y
qué martirio es verte lejos
temblar en tus pupilas
clavar la estaca
soñar el tacto
uñas del último verano
que ya no son de nadie y estos pies
dime para qué os quiero
cómo cojones los uso
y la espalda
a quién sostiene a quién
si me faltas tú mano garra de siempre
puñal de plata
hoy los libros son náusea
no estoy loca pero la verdad es que sí
quiero crímenes vejaciones
desgarrar palabras hasta que
duelan todos los adverbios de golpe
violar es un verbo amable
solloza entre silencios otra piel
me orquesto en el calor y luego nado
lucho con mis alas gigantes de colibrí ansioso
vibro en esta silla giratoria y
qué martirio es verte lejos
temblar en tus pupilas
clavar la estaca
soñar el tacto
uñas del último verano
que ya no son de nadie y estos pies
dime para qué os quiero
cómo cojones los uso
y la espalda
a quién sostiene a quién
si me faltas tú mano garra de siempre
puñal de plata
hoy los libros son náusea
no estoy loca pero la verdad es que sí
quiero crímenes vejaciones
desgarrar palabras hasta que
duelan todos los adverbios de golpe
violar es un verbo amable
solloza entre silencios otra piel
lunes, 4 de noviembre de 2013
Cosas que me rozan la médula
A veces, alguien puede hacer algo, o más concretamente, escribir algo, que no sólo te saca los colores, sino también las lágrimas.
Ese algo es esto: http://www.cristianpine.com/2013/11/gritos-de-mujer-entrando-en-su-morada-y.htm, y ese alguien es Cristian Piné, quien se ha atrevido a adentrarse en mi primer poemario: Morada y Plata.
Yo no tengo palabras para agradecerle la infinita hermosura de su gesto, la dedicación que ha puesto y pone incansablemente en convivir con mi poesía. Me siento embriagada, pero ante todo, comprendida y plena. Y eso es vital para todos los que escribimos: que el lector esté ahí, rescatándote.
Al saber que me había escrito una reseña, no he podido evitar responderle (no podía ni quería quedarme callada):
"¿Dices que tu reseña es personal? ¿Y cómo no habría de serlo? Morada y Plata rebasa el límite de lo personal. Me atrevería a decir que mi libro es casi visceral, de puro íntimo. Y sí, por eso es maravilloso que no lo hayas analizado, que el objeto de tu desvelo hayan sido detalle minuciosos de mi propio ser.
Me muerde en la médula que seas capaz de saber quién soy a través de mis versos, que son yo, que nunca han dejado de serlo.
Morada y Plata es un mordisco al pasado, pero también es una superación; un saber mirar hacia atrás con la serenidad de unos ojos nuevos, aunque cada día sea más miope...".
Pues bien, este es mi libro al fin, mi criatura tan temida, a la que di a luz mucho tiempo atrás. Me gusta verla crecer, madurar, y sé que dentro de muy poco será una mujer auténtica, tan mujer como yo misma. Espero que aprenda a caminar sola antes de que abra los ojos mi siguiente retoño, un varón musculoso con ganas de entrar en batalla.
viernes, 1 de noviembre de 2013
nosotros el relieve
ahora fíjate bien: no son
montañas
surcos emergencia en el paisaje
molde de una boca en la llanura
permanece tu rastro más terrible
tan obsceno
tú te inclinas y yo invoco
no matarás no matarás
luego
dobla el tronco y deja caer las hojas
a veces son tiernas como dedos
ay
pero qué sabrán de saliva los árboles
en mi pecho ranas nuevas
y un rumor de lluvia
calándome
montañas
surcos emergencia en el paisaje
molde de una boca en la llanura
permanece tu rastro más terrible
tan obsceno
tú te inclinas y yo invoco
no matarás no matarás
luego
dobla el tronco y deja caer las hojas
a veces son tiernas como dedos
ay
pero qué sabrán de saliva los árboles
en mi pecho ranas nuevas
y un rumor de lluvia
calándome
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