sábado, 5 de marzo de 2011

La edad de la inocencia


Se inclinan ante tí mis caderas


en tierna reverencia


durante esta vaga noche


de orgasmos sin esperma


-danza frenética de los cuerpos


que se atraen sólo con señas-.




Me gusta tu contacto leve


en el agujero caprichoso de una media;


por no decir ese gesto desprendido,


en que limpiar tus gafas implica


levantar el borde del vestido,


sin perder tu dulce indiferencia.




Hoy pienso besar la almohada


hasta quedar satisfecha:


-que un beso nunca es suficiente,


por mucho que dure su huella.




¿Me prestarías un rato tu boca


para jugar un poco con ella?


-No, no me regales la luna:


eso es para niñas buenas...






2 comentarios:

  1. Me gusta, tiene un ritmo magnífico. Orgullosa de ti estaría Luisito si leyese esto xD

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  2. =) me gusta, mucho más natural y realista que otras de tus creaciones =)

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