miércoles, 12 de enero de 2011

Romance vulnerable


Nunca unos ojos pudieron,
vencerme en una batalla:
esa en la que dos miradas
se tocan, besan y abrazan.
Nunca unas manos blandieron,
tales persuasivas armas,
que con su filo certero
mi corazón ya traspasan.
Nunca unos versos tocaron
tan hondamente mi alma,
con ese rumor tan suave
de arroyo, viento y cascada.
Nunca hubiera imaginado
tener tu vida enjaulada,
ser sólamente palabras
por tu pluma inventadas.

Nunca me prohibí en silencio
mantenerme siempre callada:
hoy mi voz es un romance
que empieza, pero no acaba...

2 comentarios:

  1. Gema, yo creo que es importante que en romance el fluido de los versos tenga una cierta regularidad rítmica, que tú encomiendas solo al oído; pero hay algunos tropiezos que podrías limar, ¿no?, poco a poco.

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  2. dicen que en la guerra y el amor todo vale... pero desde luego el amor o el desamor te puede convertir en un ser mucho más "violento" que la misma guerra.

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