tienes la textura más imprecisa
que pueda caber entre mis muecas
eres sólido pero no del todo
te haces deseable en tus moldes
pero no tiemblo al cortarte
no tiemblo al intuir tus balidos
tu incógnita envidiable me aferra
no sé si es justo morderte ahora
sonrío a tientas
como la niña que me nace entre los dientes
que no puedo enterrar
que no puedo no ser
la niña que se endulza
experta lamedora de envoltorios
gemela del azúcar y
al fin
tú en mi boca
la vuelta a casa
a salvo de eso que llaman navidades
y no es más que un cuento malvado
para adultos.
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