a Santi
a Alejandra
estábamos vivos y dentro del vientre de la ballena.
no hacía frío pero tú te arrebujabas y desaparecías
dentro de tu sudadera gris
(dentro de ti mismo)
como si acaso pudieras hacerte invisible a las palabras...
estábamos vivos dentro del vientre de la ballena
y mientras ellos leían cosas importantes
yo prefería oler tu nicho de ignorancia
la ostentosa timidez con que me hieres
y te das a la fuga sin estruendo.
ya lo sabes:
hablar de ella es hablar de nosotros
sentir la catapulta del pasado en la garganta
un ardor indolente en las tripas
y sabernos huérfanos pero nunca malditos
no quiero ir nada más que hasta el fondo*
estábamos vivos y dentro del vientre de la ballena
cuando vi aquel bicho muerto patas arriba
entonces supe que estaba pisando a kafka
y quise emerger del fondo o abrazarte.
*último verso de Alejandra Pizarnik, encontrado en un pizarrón en su cuarto de trabajo
Buah... BRUTALMENTE BELLO. De verdad. Gracias por dolerme así.
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