miércoles, 12 de junio de 2013

vejez ahora

en aquel tiempo éramos viejos
y nada nos importaba demasiado

veíamos las mismas películas 
         tres cuatro cinco veces
y jugábamos al bingo por si la suerte...
                           pero no tocaba

morir era fácil
   tanto como dejarse alimentar con cuchara
         de palo en palo aprendimos a sumar 
y leer se nos iba olvidando
              conforme el invierno
                     y la nieve

en aquel tiempo éramos felices
y nada nos importaba demasiado

al otro lado de la ventana
   desfilaban los sueños y los novios
         de olor familiar y casi ausente 
              casi
            
   los ladridos eran deslumbrantes:
       todas las noches nos mirábamos
desde el lado opuesto de la cama 
      los ojos aliados y las manos 
         ah... las manos
   quietas
        en dulce la pasión callada...
           
y nuestros labios se agitaban
   incontrolablemente
 al recibir un regalo o una mala noticia
      porque éramos viejos y felices
   y sabíamos
      que eso no duraría mucho tiempo

ahora tenemos 20 años
   y ya no puede salvarnos nadie



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