Y desnudos al amanecer nos encontró la luna
(J. Sabina)
A flor de piel mis manos en flor
los dedos rozando las páginas de tu vientre
tibio cálido sudado
frágil en su impureza natural
siempre tan
-así...-
siempre tan
-ya sabes...-
placentero y lleno de extremidades
"ebrio de trementina y besos turbios"
-dijo Neruda
y que ahora repito en mis delirios
hasta abrazar la locura
Duermen mis párpados y el espasmo
es limpio
atraviesa y sabe a más y mejor
y me dan ganas de reír
como una niña en un columpio a punto
de rozar el cielo
-las piernas temblorosas
y los dedos
pisando las estrellas-
Si me lo preguntas te diré que
siento dentro un deseo reinventado
reinventado por nuestros yoes volviendo
de la ciudad del dolor
cruzando sus calles con ojos estruendo
ojos al desnudo ojos
muy abiertos dilatados
expansivos
aniquiladores suculentos
Sonríes
me miras leer
Entonces yo tiemblo
como una hoja
a punto de caer del árbol
como la hoja de un libro asustado
en manos de un lector exigente
como una hoja excitada
ante la perspectiva de un nuevo viaje
a bordo de otra piel
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