A veces pienso que si pudiera
me sacaría el corazón del pecho
y lo pondría a secar al sol
sin pinzas en los extremos:
tal vez así se lo llevase este huracán
de nubes y hojas amarillas
que es mi vida y la tuya, y la suya,
y la de tantos, muchos otros...
esos que pasean su malestar por las calles
y en vez de recibir aplausos,
o palmaditas de apoyo en la espalda,
son perseguidos por aquellos
que dicen ser honrados ciudadanos
y llevan a sus hijos a la escuela
donde las víctimas trabajan.
-No tenemos miedo-
reza en todos sus pancartas,
y me lo creo:
porque tienen soles pintados a golpes
en sus brazos cansados,
porque tienen tantas estrellas en los ojos
que no pueden cerrarlos
y dejarse llevar por la riada
de insensatez y desvaríos
que exhiben los políticos en campaña.
Por eso, si pudiera hacerlo,
juro que dejaría el corazón tendido
a modo de sábana en la terraza,
para que todos admirasen
sus costuras mal hiladas y los agujeros
que el tiempo va horadando a cada paso
en su blanca superficie:
será que las heridas sangran
de manera muy queda y sosegada,
será que este país se despereza
con ojos resacosos
después de una larga borrachera
apenas percibida de unos pocos.
Volvamos a vivir y
volvamos a salir de la cama:
-vomitemos la verdad para quedarnos a gusto,
queridos españoles de a pie,
estupendos vagos.
¡Oh Gema! Esta poesía me parece que está muy lograda, transmite mucho, y además ideas concretas :D
ResponderEliminarYo también, si pudiera, tendería mi corazón al Sol para que todos vean cómo soy y cómo pienso, pero como tú bien dices... tendremos que conformarnos con "vomitar la verdad"
Un saludo
PD. soy Laura la amiga de Clara