huíamos a gritos por las tuberías del verbo
azotar no es la palabra
entonces la oquedad más simple
ojos de noviembre como un gato
con las botas pareces más cruel y obviamente
tus pestañas mi cuello en danza idiota
varias capas por debajo mis temblores
renazco me desquicio agarra el pomo más deprisa
del otro lado risas riachuelos
y una mujer sola
extendida
te veo engullir y me desangro
no hay leyes que me impidan inventarte
trazar extremidades sin demora
olfatear el triunfo por su tacto
no tengo más silencios para darte
mis poros tal vez mi identidad
dueños callados del placer oblicuo
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