Esta vez sucedió que nos robamos los eones
respectivos
tartamudeando,
celadamente,
uno a uno.
(Luisa Castro)
síntoma de una belleza primigenia
tus cuerdas se hacen molde entre mis sienes
del otro lado gimotea un gorrión
que estuvo a punto de ser canario
suena una música constante y ese ritmo
ondea imprescindible en todas y cada una
de las hojas que abrazo sin memoria
veo la India
me hago cargo del verde
el rojo no fue bastante sin embargo
ya nada es incendio en mi llenura
dejar atrás los signos y las heces
volver a los márgenes del tiempo cuando las novias de otro
los mesones secretos
las grandes hogueras
¿escuchas México?
pero quién untó en dulce de leche la poesía
para cuándo las clases de latín
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