Canto
mecánicamente
desde hace varios milenios y no sé
cómo
olvidar la absurda pero simple
melodía
ella vino sin prisa
lenta como
el sol en el campo y los grillos
que saltan en las ciudades
cuando llegan los coches de otoño
ella vino a espiarme cuando todavía
no sabía lo que era un acorde
y ahora
quiero tocar tocar trotar
y tocarla con las pestañas
quiero abrazarla por dentro y que llene
por dios
que colme
los cuencos
vacíos
te vi desde lejos
allá
enfrente antagonía
tú eras yo y no morías cuerpo
abismo
solo
ojos
solo titanio
vienes titanio dando pasos firmes
tus manos parecen las de un niño
tan humildes tan Copperfield
que temo su roce abrupto
su tacto torpe su trueno a tiempo
mis manos lorquianas
cristal a punto de quebrar y quebrarse
matan todo lo que tocan y algunas noches
me nacen ramitas terciopelo
en las líneas de la palma
soy cristal
titanio eres
a veces
tengo miedo río un párpado
con
cada verso un labio
sucio empate
no sé dónde nos nacen tantas piernas
cómo
pudiste esconderlas tanto tiempo
extendidas
tus piernas en mí ya tan profundo
hasta hundirte
romper roer la superficie entre
violar así
sin
los rastros
de otras bocas con cuidado
luego re coges los versos de otro
y pintas
lunares diminutos desdibujas
mi torso en un zapato
tú tan truhán temblequeante
tan semblante pendular
tan menor de edad para el
silencio
libertino del plagio
libas mimiel y no
me atrevo a decir
basta tu
olor
no tiene partitura:
café con leche
guitarra torpe desayuno
alegre ukelele al sol a mediodía
sitar adormilado entre mis dientes
bajo perenne si las luces últimas
violín también
de ojos sostenidos
gimiendo a las doce cero seis
abrazas
bebés en secreto
yo escucho el sonido perfecto de su risa
te sé abrazando
mi ansia germina
y escribo y no me atrevo y me
fragmento
¿no lo ves?
repito sin cesar tus sí tus sílabas
sangrantes
mis raíces se anegan de nutriente y esto
no es bálsamo
no es látigo
no es
nada
me acuesto con ganas de poesía
permanezco
largas horas masturbandóme
el cerebro hasta que fluye
lo
prohibido
la lengua
azul de tu palabra
tu palabra en la mía y el corazón
no me
preguntes por esa criatura
corazón caimán sonoro
envejece contigo en la
penumbra.
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