Mi boca era una araña que cruzaba escondiéndose.
En ti, detrás de ti, temerosa, sedienta.
(P. Neruda)
huele insoportablemente a mí yno lo soporto
me está volviendo loca esta piel de siempre y quiero mudarme
verter todos mis poros mis libros mis horrores
en tu regazo
y que me abraces desnuda o desgarrada
mientras el techo cae
cae
va ca-
yen-
do-
sobre nos
otros:
¿desde cuándo goteras en los árboles?
de qué color son
ellos
(los rampantes los pecotosos los inciertos)
yo sólo sé que vinieron del Norte
buscando un lugar donde quedarse
limpio chiquito tal vez barato
y abrí las puertas de mi caparazón
para que los pájaros de tu boca fueran mis animales
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