sábado, 25 de mayo de 2013
noche flamenca
acá donde tu cuello se está bien
los labios fatigados de tanto caminar
los huesos achicados de tanto dislocarse
las palmas tan abiertas tan descomunalmente abiertas
los zapatos pequeños tontos perpendiculares
la noche fresca aunque el rojo diga lo contrario
Voy a meterme tus rastas en la boca hasta llorar de fiebre y de dulzura y de misterio
o de miseria
a lo lejos se oyen los tambores muy pronto seremos devorados
(...)
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