Me
florecen las lágrimas
como
pétalos que despertasen del olvido
y hay
algo en mis estambres que cruje:
zumbido
o ronroneo animal cavando en
esa
hondura que soy cuando amanezco
Y estoy
tan abierta tan abierta tan abismal-
mente
abierta que el rocío resbala hacia el centro
horadando
los restos de noche
que
caen desde las ramas más altas
a mis pechos de invierno
Y humedad es todo cuanto intuyo es todo
lo que
tienes entre los ojos
amarillos
y azules y verdes
de invertebrado que se vierte
en
vertical desmesura
No
dejes de hacer eso que haces
de oler
mi olor y olvidarte luego
como si
mi voz te quebrase los dedos
y ni
siquiera pudieras nombrarme:
Violeta
de los Alpes blanquísima
-semilla
eterna
anhelando
polinizarse-.
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