Duermes con alguien aunque
ese alguien
no duerma contigo.
Tiemblas y tus truenos
internos son terribles
como la luna llena en el
horizonte
a punto de suicidarse.
Te estremeces de dentro a fuera.
Las caricias lentas retrasan
el momento
del diminuto estallido.
Los brazos que te rodean son
tuyos
como ese poema que llevas
escrito
en el centro de la frente
burlona
Arrugas el ceño pensativo y
parece
que anidases en otro lugar
en otra tierra
con unos ojos no tan
distintos
de soles recostados en
lechugas suaves
Tu abrigo es grande y negro
Mi ropa sumamente ligera
Mientes y miento
Todo nos enloquece
Buenos Aires gime a solas
Tu Alma ladra con tal fuerza
que tus sueños pasarán a ser
los míos
en breve
y cuando extiendas tus alas
nada habrá que pueda
retenerte a mi lado.
Estaré mucho tiempo desnuda
y
mi cuerpo perderá su
consistencia
para terminar desintegrándose
en el viento.
Entonces no habrá azul que
no conozca
Lince que no defienda
Porque esa mano blanda
acurrucada en mi nuca
unirá países continentes lenguas
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