Huracán iracundo que estremece
adoquines sucios en las calles,
ya envuelve el corazón, ya ralentiza
los latidos de pulso renqueante.
No sé si es hoja en blanco mi vida,
o mas bien remolino; realidades
ocultas bajo alfombra de hojas secas
que fueron cabello de los árboles.
Enfrentarme no quiero a los colores,
en blanco y negro pinto los detalles,
el cielo en camisón de seda malva
cubre la desnudez de sus tirantes.
Sin piel regresaré a mis horizontes:
la noche bosteza; nunca es tarde.
He leído varios de tus poemas y definitivamente me encanta tu estilo. Es fresco, diferente y resulta muy entretenido leerte.
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