A Alexander
Qué panorama esos dos círculos azules mirándome fijotiernos muy tiernos tiernecillos los dos círculos y
si empezaran a desbordarse no me sorprendería porque
son tan vastamente azules que...
(...)
y redondos
-como los del espejo-
se sonríen por dentro y resbalan en mi nuca
nunca antes contemplada hasta hoy
el mate se enfría mi mente se abrasa mi cuerpo cruje
resiste lucha contra el tiempo del tiempo
y me siento capaz de volar y sobrevolar la tristeza amarilla al igual que entonces
Soy esa otra ahora que amo mi morada
mi Madrid morada mis queridas emes
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