Coger y morir no tienen adjetivos
(Pizarnik)
todavía no llegan las libélulasabro los mugrientos las furiosas los volátiles y entra el invierno con el sol y sus acompañantes pero
nada más que eso y sabe ácido e insuficiente como cuando te acostumbras
a tomar medicamentos contra el dolor sin embargos
de la mente no podemos huir aunque trepemos a los árboles y muy alto
qué bonitos los cerezos ahora que se acerca abril mes de los enamoramientos naranjas de cada tanto
pero el placer es fácil tan fácil como abrirse y cerrarse hasta que las fuerzas ya no
y al final un revoltijo de sentimientos para vender de a céntimo en el rastro porque para otra cosa no sirves no sirven no sirve la libélula sobrevolando mi sueño si tampoco
retrocede el tedio y los amaneceres a las once el letargo del edredón y de las voces de la pared que no se callan nunca nunca nunca
malditas voces blancas
cogen mi vida en mi vida cogen y muerdo la fresa hasta el fornicio y sumerjo los dedos
en el caldo pegajoso
donde el azúcar
qué dulce morir crucificada y no dar la vida por nadie
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