A veces cuando me habla y mi cabeza se encuentra
debajo de la suya sobre la almohada, y veo su mandíbula,
el hoyuelo, veo en su cuello a la mujer, la veo
profunda, y comprendo que es una de las mujeres
más mujer que he visto en mi vida, una negra de eternidad,
incomprensiblemente hermosa y para siempre triste,
profunda, calmada.
(J. Kerouac)
A Eme
Dices que
Eres
Que estás
Aquí mismo
Puedo
tocarte
Pueden tocarte
otros
sí
No eres un sueño
No
eres mi sueño
Sino
el de muchos
Trataron de pintarte
Y fracasaron
pero
Yo
siempre supe
Que
escaparías del papel
Risa detenida en cada rincón
Vestidos desordenados
Danzarina lengua de luces
y
En lo hondo
Mujer para ser y estar
En
los ojos ajenos
o enamorarnos
de ti por tu todo
Y odiarte luego
Por no ser de nadie
Entera y eternamente
Eme
mujer de carne y verso
mujer de beso y sangre
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