Hace frío bajo el camisón suave
en esta habitación desmesurada;
ya los libros tiritan temblorosos
en su encuadernación de tapa blanda.
Hace frío en este corazón de azúcar
que pierde a cada paso el envoltorio
de camino al abismo de tu boca
que invoca este cuerpo transitorio.
Hace frío por dentro de la sangre
que recorre mis venas putrefactas.
Hace un calor tan frío que arrasa
hileras de botones a su paso,
dejándome desnuda y sin traje
que lucir en la nueva madrugada.
Muy bonito.
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